PRESENTE Y FUTURO

Al frente se encuentran Pedro Sáez y su mujer Teresa, y ahora también su hija Victoria, la que va a ser la sucesora de este negocio familiar, que en el 2006 se estableció en la Avenida de Villamayor con la bendición del cura Ángel de la parroquia de enfrente. Pedro Sáez recuerda cómo el párroco le dio las gracias “por convertir un cementerio en un parque infantil, por convertir un local dedicado hasta entonces al arte funerario en un lugar acogedor, en el que tanto niños como adultos podían encontrar la comodidad para sus pies”.

Quién le diría a estos abulenses, que eligieron Salamanca para crecer profesionalmente porque veían a la ciudad del Tormes “con más expectativas de negocio”, que un día llegarían a gestionar hasta 65.000 pares de zapatos, de 180 marcas, y atendieran a los mismísimos hermanos Querol, apellido que nos hace visualizar en un abrir y cerrar de ojos el Mausoleo de Cánovas del Castillo, el monumento a Quevedo y Claudio Moyano, o el propio Frontón de la Biblioteca Nacional de Madrid.

Algo más de cuatro décadas en el sector le han valido a Pedro Sáez, que comenzó como dependiente en la tienda de su tío en Ávila recién estrenada la veintena después de dejar su empleo de camarero, para ganarse el respeto de la competencia.